Bienvenidos radiólogos todos y demás ralea

Blog oficioso de la subseccion cabeza y cuello, de la seccion neurorradiologia, del servicio de radiologia del hospital macareno, de Sevilla, claro.

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domingo, 29 de diciembre de 2013

Carcinoma medular de tiroides

Adenopatías calcificadas

Corte coronal de TC con adenopatías y microcalcificaciones.

carcinoma medular de tiroides


Decíamos ayer...
Remedando a Fray Luis de León y a Unamuno, volvemos tras un período de "descanso" motivado, en parte por problemas técnicos informáticos (como consejo no poner discos duros en RAID 0) y en parte por cierta apatía y desencanto. El primer problema ya solventado y el segundo...

En esta ocasión, traemos a colación un caso espectacular (como todos los que presentamos aquí) de carcinoma medular de tiroides con metástasis ganglionares calcificadas. Para miradas perspicaces se puede observar una pequeña calcificación en la parte más inferior del lóbulo tiroideo derecho, en la última imagen.

La calcificación cervical ganglionar no es una patología frecuente. Siempre que se vea hay que pensar en primer lugar en una alteración, generalmente tumoral, de la glándula tiroides (en el medular las calcificaciones suelen ser gruesas). También puede apreciarse en el linfoma tratado. Entre etiologías benignas, tuberculosis y sarcoidosis se llevan la palma. Es importante aclarar que el hecho de observar calcificación ganglionar cervical no es predictor de benignidad ni de malignidad.

En este caso se trataba de un carcinoma medular de tiroides multifocal (diagnóstico anatomopatológico una vez extirpada la glándula). El carcinoma medular de tiroides procede de las células C parafoliculares (para los que aún tengan reciente sus estudios pregrado) y puede aparecer en versión solitaria o asociada a síndromes MEN II.

En una somera revisión bibliográfica (estamos en Navidad) he encontrado pocos casos con metástasis ganglionares calcificadas como el que nos ocupa, así que los dos o tres seguidores que aún me soportan están de enhorabuena.

Y eso es todo. Feliz Año Nuevo para los confiados y para el resto que no desesperen demasiado. Y no olviden que el pesimista se queja del viento, el optimista espera que cambie y el realista ajusta las velas. Lo malo es cuando ya no quedan velas o no te dejan ajustarlas.








miércoles, 11 de septiembre de 2013

Lipoma cervical

Ecografía con imagen de ecogenicidad grasa

Lipoma cervical en TC

Imagen de lipoma coronal

Lipoma de cuello en sagital






Tras algunos días de vacaciones, regresamos a este, nuestro querido blog, con un caso facilito, para ir aterrizando poco a poco en la maravillosa rutina diaria que es la que nos permite no tener que estar pensando todo el día en cada paso que damos.

En el estudio ecográfico ya el sagaz radiólogo alertó de la posibilidad de que esa lesión palpable, más bien blandita, pudiera tratarse de un lipoma.

En los cortes de TC, claramente, sin necesidad de medir densidades, se observa que la lesión tiene unas características muy parecidas a la grasa de tejidos blandos. Las densidades, no mostradas (así que os la tendréis que creer), eran negativas; es decir, pura grasa. Se aprecian finos septos, típicos también del aspecto de los lipomas en TC.

Afortunadamente dispusimos del resultado de la punción antes de hacer el estudio, por lo que de forma taxativa pudimos afirmar con clara y tozuda rotundidad, que estábamos ante un lipoma.

Si alguien quiere deleitarse con las características ecográficas de este tipo de tumor puede acudir directamente a la siguiente dirección 

De todas las posibles localizaciones de los lipomas sólo un 25% lo hacen en el cuello, con una localización subcutánea, son tumoraciones bien definidas y encapsuladas, de carácter benigno. No muestra captación del contraste intravenoso.

Y eso es todo. El próximo...más difícil. Y ánimo, que sólo quedan unos trescientos y pico días para tener de nuevo vacaciones.




jueves, 9 de mayo de 2013

Angiofibroma nasofaríngeo juvenil










    Traemos en esta ocasión un espectacular caso de angiofibroma nasofaríngeo juvenil, que como su explícito nombre indica, es una lesión del cavum que acontece en gente joven, así que la mayoría de los que leen este humilde blog, no tienen nada que temer.

    Se trata de un tumor vascular benigno pero extraordinariamente agresivo que sucede casi de manera exclusiva en varones adolescentes. Generalmente se origina en el foramen esfenopalatino de la pared nasofaríngea, aunque en el momento de su descubrimiento el punto de origen es bastante difícil de asegurar. Debuta con obstrucción nasal y epistaxis.

    Es tremendamente agresivo, como se puede apreciar en este caso, pudiéndose extender en todas direcciones: fosa pterigopalatina, fisura pterigomaxilar, fosas nasales, senos maxilares, celdillas etmoidales, seno esfenoidal, fosa infratemporal y fosa craneal media, dependiendo de lo que se tarde en diagnosticar.

    Desde el punto de vista de la imagen, nuestro punto de vista, se trata de una lesión que en el TC con contraste presenta una intensa captación del contraste como se muestra en las tres primeras imágenes y una destacada destrucción ósea, apreciable en las imágenes con ventana de hueso. En la RM, que es imprescindible, resulta característico y clave en el diagnóstico, la existencia de áreas con señal de vacío ("vascular flow void", en el idioma bárbaro), apreciable en las imágenes correspondientes en las secuencias T1 y T2. La última foto muestra la intensa captación del gadolinio.

    Para los que lo quieran ver en color en este enlace se muestra una intervención endoscópica (aconsejable no visualizarlo recién comidos)

miércoles, 27 de febrero de 2013

Carcinoma de trígono retromolar







El trígono retromolar es un área de morfología triangular de mucosa posterior al último molar y cubre la superficie anterior de la parte más inferior de la rama ascendente de la mandíbula (más fácil: detrás de la última muela).

Es uno de los lugares favoritos del carcinoma de células escamosas para instalarse cómodamente y causar estragos.

Las pruebas de imagen son importantísimas en este lugar ya que su extensión no puede ser determinada clínicamente. El tumor puede extenderse a la rama mandibular, espacio masticador y musculatura constrictora superior. La afectación de la musculatura pterigoidea suele manifestarse clínicamente con trismus.

En las dos primeras imágenes apreciamos la importancia de realizar las maniobras dinámicas (características de radiólogos avezados) haciendo que el paciente infle los carrillos, lo que permite una mejor apreciación de la lesión. En nuestro caso observamos cómo la lesión, de gran tamaño, destruye de manera dramática el hueso correspondiente a la rama mandibular, cóndilo y pared posterior del seno maxilar derecho asomándose al mismo. Invade el espacio masticador formando una gran tumoración que engloba a la musculatura de la región.

Y si tienen tiempo y nada mejor que hacer, en el siguiente enlace se puede disfrutar de una clase magistral de los carcinomas que afectan a la cavidad oral.

domingo, 27 de enero de 2013

Fracturas de peñasco




Una vez terminado el paréntesis navideño y también pasada la cuesta de enero, nos encontramos de nuevo aquí, con un nuevo caso.

En esta ocasión, bastante fácil aunque hay que estar atento en el momento que ocurre para buscarlo de manera activa.

Durante el transcurso de la guardia, en la vorágine de los miles de casos que nos requieren, a veces es necesario tener un alto índice de sospecha para no pasar por alto, una lesión que puede tener consecuencias.

En este caso se trataba de un traumatismo cráneoencefálico de los que hay todos los días. Al radiólogo avezado y veterano le llamó la atención ver ocupadas las celdillas mastoideas del lado derecho, como se aprecia en la primera imagen. Aguzando la vista y entornando los ojos se aprecia una sutil solución de continuidad en la superficie ósea (en la ampliación se ve mejor, en la segunda imagen). Tras la realización del oído con parámetros específicos se confirmó, tercera imagen, una fractura de peñasco. En este caso sin más consecuencias, pero siempre hay que estar atentos a la cadena osicular, al oído interno y al recorrido del facial.

¡Pues ya está! Caso fácil hoy.

Ahí va la clasificación de las fracturas del temporal.

Longitudinales:
siguen el eje mayor del hueso, siendo las más frecuntes. Están asociadas a traumatismo temporoparietales y se pueden asociar a pérdida de audición conductiva al comprometer oído medio. También pueden causar fístulas de líquido cefalorraquídeo.
Transversales:
son perpendiculares al eje mayor del peñasco. Se asocian a traumatismos occipitales y pueden provocar pérdida de audición neurosensorial y vértigo.

En ambas se puede dar como complicación la lesión del facial. Por tanto ante un traumatismo craneal mirar también los oídos que no cuesta nada y se evitará al día siguiente escuchar la frase más temida por un radiólogo: “Ayer se te escapó…”

Y hasta la próxima, antes que también nos hagan pagar un impuesto por este vuestro querido blog.