He aquí un ejemplo, perteneciente al mismo paciente, de absceso amigdalar. Poco comentario hay que realizar. Añadiría que este sujeto tardó un poco en tomar antibióticos, quizás por esperar a que hubiera evidencia de infección. Ahora ya hay evidencia aunque creo que el antibiótico cederá el paso, amablemente, al bisturí.
Un repaso a las infecciones del cuello aquí, que hoy tengo pocas ganas de escribir.